sábado, 28 de agosto de 2010

(Blastocerus dichotomus) Ciervo de los pantanos




Estado de conservación
En peligro (EN)
IUCN 3.1

Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Cervidae
Subfamilia: Capreolinae
Género: Blastocerus
Especie: B. dichotomus
Nombre binomial
Blastocerus dichotomus
(Illiger, 1815)

El ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus, en guaraní guasu puku) es el mayor de los cérvidos de América del Sur, alcanzando los 2 m de longitud y 1,20 m de altura a la cruz.

Antiguamente extendido a lo largo de toda el área subtropical del continente, hoy se encuentra reducido a pequeñas poblaciones aisladas en las zonas de esteros y lagunas de las cuencas del río Paraná y el Paraguay, así como a la región amazónica del Perú, de Bolivia, por ej. en el Parque Nacional Bahuaja-Sonene (Perú), y en el Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro-Secure (Bolivia); y en varios Parques Nacionales de Argentina.

Está registrado en el Apéndice I del listado de especies protegidas de CITES.

Se lo conoce también como ciervo de las marismas, ciervo isleño, ciervo del Delta, huasé en mataco, epelve en mocoví y calimgo en toba.

Hábitat

Habita preferentemente en regiones muy húmedas o anegadizas, donde su excelente habilidad natatoria le permite desplazarse con facilidad; la densidad de la vegetación lo protege de los predadores y lo provee de alimento.

Descripción

Además de su tamaño, la característica más reconocible del ciervo de los pantanos es la cornamenta ramificada —presente sólo en los machos— que alcanza los 6 dm de longitud. El peso de un adulto puede alcanzar los 150 kg.

El pelaje del ciervo es pardo-rojizo, mostrando un tono más oscuro durante el invierno. Muestra marcas blancas en las ancas, alrededor de los ojos y en el reborde de las orejas. Las patas son negras por debajo del tarso, así como el hocico. La cola es de un tono rojizo más claro que el resto del cuerpo en su parte superior y negra en la inferior; tiene unos 10-15 cm de largo en los ejemplares adultos.

La pezuña, amplia en relación al tamaño del cuerpo, presenta membranas interdigitales elástica que ayuda en la natación y en el desplazamiento en superficies pantanosas, siendo estas de gran ayuda para escapar de su principal depredador, el lobo de crin (Chrysocyon brachyurus).

Hábitos

Es predominantemente nocturno, aunque su comportamiento puede variar según la estación y las condiciones específicas del medio. No forma manadas, aunque las hembras permanecen con la cría hasta su madurez; ocasionalmente se han observado pequeños grupos de hasta cinco ejemplares. No es territorial, desplazándose en busca de alimento a lo largo de toda su zona habitable. Durante la estación seca, si se presenta, reduce su movilidad para mantenerse próximo a los cursos de agua.

Es herbívoro, consumiendo pastos, frutas y raíces tiernas de las especies de la zona. Incursiona ocasionalmente en cultivos cuando la situación lo empuja a ello.

La temporada de celo suele coincidir con el fin del verano, aunque varía de animal en animal. La gestación dura alrededor de 200 días. Las crías (normalmente una por hembra, aunque ocasionalmente nacen mellizos) nacen entre octubre y noviembre. Los cervatillos presentan, al igual que lo que ocurre con las crías de huemul, el pelaje de un color muy similar al de los adultos, sin las típicas manchas blancas de la mayoría de las crías de ciervos.

Conservación

Los predadores naturales del ciervo de los pantanos —el yaguareté y el puma— han desaparecido casi por completo de su hábitat. La mayor amenaza a su conservación fue la caza furtiva, que buscaba la cornamenta como trofeo; hoy está relativamente controlada.

La destrucción de su hábitat tradicional constituye el mayor riesgo para el ciervo de los pantanos. La represa de Yacyretá alteró un área en la que vivían varios cientos de ejemplares, y la desecación de esteros y bañados para el cultivo y la ganadería amenazan centenares de hectáreas en Argentina y Brasil todos los años. La transmisión de enfermedades contagiosas del ganado es otra fuente de problemas, aunque se ha comprobado que el ciervo no padece la brucelosis.

En Uruguay se considera extinto.

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